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martes, 20 de julio de 2010

Breve historia de la traducción e interpretación

La historia de la traducción y de la interpretación es tan antigua, como es la historia de la humanidad, pues siempre ha habido comunidades, con costumbres propias y que a su vez eran distintas a comunidades vecinas, sin embargo debía de existir alguien que les ayudara a comunicarse para intercambiar alimentos, por ejemplo.
Milenios antes de Cristo, la actividad del mediador cultural era mayoritariamente oral, algo muy normal porque no todos tenían acceso a la educación, por tanto no todos sabían ni leer, ni escribir. Más adelante, cuando la civilización egipcia estaba en auge, contaban con una casta de traductores, al igual que en el Cartago púnico, de donde se tiene pruebas de que, ya en aquel entonces, existía una casta profesional de traductores.
Más adelante, la traducción adquiere cierta importancia en Occidente, en especial en Roma. Es en esa ciudad donde Cicerón hizo la primera gran aportación al ámbito de la mediación cultural. Fue el primero en definir dos tipos diferentes de traducción:
1.La primera hace referencia al intérprete. Esta forma de traducir exigía fidelidad
2.La segunda era el poeta u orador, quien debía traducir palabra por palabra, no obstante muchos eruditos coinciden en que Cicerón no apoyaba la traducción literaria, sino que se inclinaba más por una traducción fiel, pero con tendencia a tomarse ciertas libertades.
Este hombre fue quien inició el debate sobre si es mejor una traducción literal o una traducción libre.
Cuando el cristianismo llegó a su punto más álgido, la palabra del señor debía difundirse, así que traductores anónimos empezaron a traducir lo evangelios, pero conservando el estilo del original, en esta fase ya vemos como los traductores toman conciencia de que conservar el estilo del texto original en el texto meta es importante para mantener la esencial del escritor original, sea quien fuere.
En este preciso momento de la historia debemos hablar de San Jerónimo, nuestro patrón, pues fue el primer traductor conocido ya que, tradujo la Biblia al latín del pueblo (la Vulgata) desde el griego; pues ya habían sido traducidas del hebreo al griego por unos sabios desconocidos hasta la actualidad.
Nuestro patrón pudo cometer errores que provocaron contrasentidos por hacer una interpretación errónea, incluso para tratarse de un texto religioso, como es el caso de: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre en el reino de los cielos, pues muchos eruditos de la traducción bíblica coinciden que fue un error de traducción ya que al parecer San Jerónimo interpretó la palabra Kamelos como camello, mientras que tenía otro sentido que era el de cuerda/soga gruesa. Esto demuestra que nadie es perfecto y todos los que pretendamos hacer una traducción digna, debemos documentarnos y seguir un razonamiento cartesiano evitando los sofismas, para poder llegar a una conclusión veraz.
Antes de pasar a otra fase en la historia de la traducción, permítanme destacar que San Jerónimo fue la primera persona conocida en escribir sobre el método traductor y, no sólo rechaza la traducción literal, sino que dice que debemos traducir no palabra por palabra, sino sentido a sentido; puede que su propia filosofía traductológica fuera la horma de su propio zapata, pues como hemos comentado antes un error interpretativo cambió el sentido de todo un evangelio.
En la Edad Media la traducción goza de una importancia inmensa, ya que es gracias a esta tarea que se puede volver a la cultura clásica a la que tanto deseaban retornar, esto se consiguió con la traducción de grandes obras clásicas griegas. En España la tarea de traducción se centra en las ciudades importantes. En los siglos XII y XII castas de traductores cristianos, musulmanes y judíos trabajaban como tal en la Escuela de Traductores de Toledo, allí se realizaban traducciones en una primera época del árabe, pues eran una cultura muy avanzada en muchas ciencias, al latín y en una segunda época se empezó a traducir al castellano, gracias al impulso que el rey Alfonso X el Sabio le dio a la Escuela.
Gracias a las tareas de traducción el conocimiento de la cultura árabe pasó de España a toda Europa, sus conocimientos en agricultura y ciencia se esparcieron por todo el antiguo continente. No obstante, no sólo trasladó la cultura musulmana, sino que también la hebraica y la cristiana por supuesto, todos sabemos que España era un país católico. En esta época, coexisten dos tendencias claras de traducción: la traducción literaria para los textos religiosos y la traducción más libre para el resto de textos.
Me gustaría hacer un inciso para comentar que en los viajes colombinos, necesitaban a alguien que les ayudara a comunicarse con los indígenas, a esa persona se le llamaba alfaqueque (1. m. Hombre que, en virtud de nombramiento de autoridad competente, desempeñaba el oficio de redimir cautivos o libertar esclavos y prisioneros de guerra. 2. m. Aldeano o burgués que servía de correo.). Además, no sólo era traductor, sino que ejercía tareas de funcionariado importantes para la época.
Una vez hemos dejado atrás la Edad Media, nos encontramos ante el Renacimiento, una época de revolución para la traducción. Este hecho se debe al descubrimiento de la imprenta y al nacimiento de las lenguas vernáculas. En el periodo de la exaltación del hombre, vemos como existe un rechazo por la latinización lo cual implicó que, junto con el auge de las lenguas del pueblo, la traducción se convirtiera en una actividad de gran importancia. Tal es su envergadura, que los traductores tiene el privilegio de poder dar las explicaciones y justificaciones sobre sus opciones de traducción en los prefacios, prólogos y cartas a los lectores.
En los siglos XVII y principio XVIII se vuelve atrás y la literalidad vuelva a estar de moda y se consideraba que la traducción debía conservar el mismo número de palabras que el texto original. A finales del siglo XVIII y XIX, gracias a la expansión comercial y económica la traducción vuelve a tener un aumento de popularidad pues al ampliarse los horizontes culturales, también se amplían los culturales.
A finales del siglo XIX, se vuelve de nuevo al gusto por el literalismo y los románticos coinciden y destacan la complejidad de la tarea traductológica, dado que se deben combinar aspectos creativos, con un discurso que ya ha sido creado con anterioridad y, por tanto, podría concurrir con la figura del autor.
El siglo XX, el siglo pasado, se denomina la era de la traducción, ya que no sólo existe la traducción te textos religiosos y literarios, sino que surge la traducción de textos especializados; se empieza a traducir sobre economía, derecho, ciencia, etc. En los años cincuenta empiezan a surgir los estudios más exhaustivos de la traducción, se acercan más a la ciencia de la lingüística, se reivindica la importancia del traductor en la cultura, la importancia del proceso traductor. A finales del siglo XX, la traductología se consolida como una ciencia propia, las universidades españolas empiezan a ofertarla y tiene mucho éxito.
En el siglo XXI, la carrera de traducción e interpretación es una de las licenciaturas con mayor nota de corte, los estudiantes de esta disciplina se les considera la élite lingüística, sin embargo nadie sabe como el trabajo del traductor cada vez se desvaloriza más y todo se debe a la competencia desleal, sin embargo el intérprete sigue su propio camino a la prosperidad. Nos encontramos en una época en la las nuevas tecnologías nos ayudan a traducir, los ordenadores se ponen de nuestro lado para aumentar nuestra productividad y eficacia; no obstante las máquinas jamás podrán sustituir al traductor o intérprete porque la lengua es el vehículo del pensamiento y ese elemento es lo que nos diferencia del resto de moradores de la tierra y de máquinas, por este motivo las máquinas jamás podrán sustituir a las personas y a su sensibilidad en la traducción.

8 comentarios:

  1. Me encantó tu artículo. Felicitaciones, qué bien lo desarrollaste.

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  2. Muy bueno, me acaba de hacer un parote para mi tesis. (:

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  3. Oye, está genial tu publicación, igual que Amee me servirá como apoyo para mi tesis, pero quisiera pedirte si tienes algo de bibliografía, por favor.

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    1. Te las paso por correo electrónico, si quieres escríbeme a: paulapsanjuan@gmail.com

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  4. Hola, está muy bien tu publicación, me está sirviendo para mi Trabajo fin de grado =) pero te importaría decirme la fuente??es que me está costando mucho encontrar artículos y demás que hablen de la historia de la interpretación en general (todo lo que encuentro es a partir de los juicios de Nuremberg).
    Gracias!

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  5. me gusto mucho la publicacion y me sirve mucho para mi trabajo de fin de grado.

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